jueves, 26 de marzo de 2015

Ángelus

Ángelus de Mario Benedetti

ÁNGELUS

Quién me iba a decir que el destino era esto



Ver la lluvia a través de letras invertidas,

un paredón con manchas que parecen prohombres,

el techo de los ómnibus brillantes como peces

y esa melancolía que impregna las bocinas.



Aquí no hay cielo,

aquí no hay horizonte.



Hay una mesa grande para todos los brazos

y una silla que gira cuando quiero escaparme.

Otro día se acaba y el destino era esto.



Es raro que uno tenga tiempo de verse triste:

siempre suena una orden, un teléfono, un timbre,

y, claro, está prohibido llorar sobre los libros

porque no queda bien que la tinta se corra.



Mario Benedetti fue un poeta y novelista de nacionalidad uruguaya, nacido en 1920 en Paso de los Toros, fue educado por la institucionalidad de Montevideo, y vivió en esta ciudad hasta los 18 años, cuando decidió mudarse a Argentina, Buenos Aires, donde vivió por los siguientes años. Mario Benedetti trabajó en múltiples oficios antes de 1945, año en que inició su actividad de periodista en La Mañana, El Diario, Tribuna Popular y el semanario Marcha, entre otros.
En la obra de Mario Benedetti pueden diferenciarse al menos dos periodos marcados por sus circunstancias vitales, así como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de América Latina. En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de escasa experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la cual él mismo pertenecía, y el espíritu pequeño-burgués que la anima.
Desde 1983 se radicó en España obteniendo premios durante un año aproximado que se quedo allí, tales como el ‘’VII Premio Reina de Sofía de Poesía.
Su gran producción literaria abarcó todos los géneros, pasando por cuentos, letras de canciones, novelas, poesías y ensayos.

 Perteneció Benedetti a la Generación del ‘57, la cual está formada por nacidos entre 1920 y 1934, mientras que su periodo de gestación se extiende desde 1950 hasta 1964. Esta generación se desenvolvió (y aún se desenvuelve) en polémica hacia el neorrealismo de la generación anterior. Esta literatura, valoró la obra que cubría un nuevo sector del paisaje, o una nueva vista de la realidad social. Rechazó  las formas de literatura tradicionales, y su visión del mundo de ideales mundonovistas, al mismo tiempo que se negaron a aceptar la complejidad de la realidad conjunto a su riqueza, sino que empobrecían la realidad y deformaban al humano. Se diferencia con la generación anterior en que en esta generación no hay ideales, sino realidades, en donde no se busca la perfección tradicional de antes, sino expresar la realidad de este mundo. Es un tipo de literatura innovadora. Entre esto se ve la crítica hispanoamericana (usada por Benedetti en “Poemas de la Oficina”, por ejemplo), en donde no se muestra un lugar feliz, más bien triste y depresivo. También es característica de esta generación la lentitud con la cual pasa el tiempo en la literatura, donde se extrae y se expande una fracción de tiempo, dando la impresión de que el tiempo fluye pero no avanza.

Este tipo de literatura, por lo menos en el ámbito de la lírica, se dedicó (junto a Mario Benedetti) a dejar en el pasado a la poesía clásica, que hablaba de grandes hazañas y de lo bello del mundo. Se habló en esta poesía de la realidad del mundo, se puede decir que incluso le abrió los ojos a sus lectores para presentarlos a su mera realidad, y lo que ellos vivían. Específicamente ‘’La poesía burocrática de Mario Benedetti’’, fue un muy famoso exponente de esta generación. La mayoría de los poemas de Benedetti, y mas específico aún (y a cual pertenece el poema ‘’Ángelus’’), Poemas de la Oficina, muestran una realidad que es la del trabajador de la oficina. La mayoría de sus poemas se orientan alrededor del espacio oficinesco. ‘’Poemas de la oficina’’ (1953-1956), constituyó el primer gran éxito como escritor de Mario Benedetti, pero aún así, fue su octava publicación que llegó a una cantidad considerable de público lector. Este poemario es una innovación para la literatura hispanoamericana, ya que es una crítica contra su país, un nuevo tipo de literatura, la cual no era considerada poética en aquel entonces. Este poemario fue inspirado en el libro “Cuentos de la Oficina”(1925) de Roberto Mariani, el cual tenía una muy marcada preocupación social, la cual también se puede ver en “Poemas de la Oficina” de Mario Benedetti. 

Tema: Lamento por lo que deparó el destino (una tediosa vida oficinesca)


La estructura comprende dos apartados, el primero corresponde únicamente al primer verso, y el Segundo desde el verso 2 hasta el 14. Cuenta con cuatro estrofas (dos cuartetos, un terceto y un pareado) y con un verso suelto al principio del poema (1er apartado).

Este poema cuenta con 14 versos de arte mayor, generalmente endecasílabos, excepto dos versos en el segundo apartado de arte menor. Sus versos poseen algunas rimas asonantes mediante una actitud carmínica. 

El Primer apartado (verso 1): Antigua ingenuidad:
 Hace de introducción al resto del poema, hace alusión al pasado, cuando todo es mejor, ya que el destino le deparó una vida monótona oficinesca.
El Segundo apartado: Triste vida oficinesca:
 (verso 2 – verso 14) describe la vida de la oficina, se lamenta y se queja de ella.


El poema parte con un verso suelto de arte mayor, el cual nos muestra que nunca predijo que su futuro sería tan malo, se infiere que hubo un pasado donde todo fue mejor. Este verso se puede interpretar como una pregunta retórica al lector, la cual, obviamente, no puede ser respondida y sólo nos queda seguir leyendo para saber cual fue su destino del que habla. Aquí se termina nuestro primer apartado.

‘’Ver la lluvia a través de letras invertidas,’’ corresponde al segundo verso, y al inicio del segundo apartado del poema. Nos dice este verso, que él ve la lluvia a través de unas letras, pero invertidas, aludiendo a las típicas pegatinas que ponen en el vidrio con la marca o nombre de su tienda, y por dentro estas letras se ven invertidas, ya que están hechas para verse desde afuera. Por lo tanto, nuestro hablante lírico está observando la lluvia desde (se presume) el interior de un edificio, desde el otro lado del vidrio. También esto se relaciona con el binomio de afuera y adentro, donde él ve un “acuario” en donde los peces son los buses y él es un simple espectador de este.

Describe la calle con una comparación a un paredón en el tercer verso. Significa esto, que la calle es algún tipo de campo de fusilamiento, en la que ve personas a las que denomina como prohombres. En el estricto rigor, la definición de prohombre es un hombre que goza de una posición de respeto, o un hombre importante. Entonces, ¿Por qué llama a estos individuos Prohombres, siendo que parece que caminan en el paredón, más abajo que él?  Los considera prohombres, ya que ellos no están con él, adentro de la oficina, ellos están libres de todo lo que significa la oficina para él (monotonía de la oficina, y el encierro de la misma), por lo que son más afortunados que el hablante lírico, el cual se siente encerrado en esta oficina. En este verso se hace alusión a un tema bastante recurrente en los poemas de Benedetti, que es el enfrentamiento (esta vez un poco más indirecto) entre el subordinado y el ‘’hombre poderoso’’, él es el débil al estar encerrado, y los hombres que ve pasar por afuera son los poderosos porque están libres.

El poema continúa con el hablante lírico describiendo lo que ve desde su oficina, en este caso, compara el techo empapado en agua de los ómnibus , que brilla a su vista, a las escamas brillantes de los peces recién sacados del agua. Se recurre a este símil para ayudar al lector a hacerse una idea de cómo ve el hablante lírico los techos mojados de los ómnibus, piensa en la enormidad del océano y del mar, un símbolo mundial de la libertad, lo cual se opone a su situación actual en su encierro que es la oficina.  Se une este verso al siguiente mediante un encabalgamiento, cambiando de lo que ve a lo que escucha, verso que utiliza una personificación ‘’indirecta’’ que describe a las bocinas de la calle como melancólicas, que le inspiran profunda tristeza, ya que le recuerda el mundo exterior al cual le encantaría estar. Así es como el hablante lírico ve la calle desde su oficina.

Luego vienen los únicos dos versos de arte menor del poema, un paralelismo que nos muestra el frustrante y claustrofóbico día en la oficina en donde “no hay cielo” y “no hay horizonte”, ambas características de una libertad propiamente tal debería contar, un cielo que admirar, y un horizonte que esperar. Esto se refiere a que dentro de la oficina solamente ve las monótonas paredes de la oficina y el techo gris que no admite ningún tipo de esperanza.

En el siguiente verso, habla de ‘’una mesa grande para todos los brazos’’, se refiere con esto a la típica sala de reuniones con su característica mesa redonda en el centro donde se celebra el cónclave entre los superiores y jefes de la empresa. Continúa esta estrofa con un encabalgamiento con el siguiente verso en el que expresa una necesidad constante de escaparse de la realidad que vive, pero que le es impedida cada vez por un simple objeto, como lo es una silla que gira, que no es sino la vida diaria de un ser sometido a una existencia que no le pertenece y que, también, se puede expresar porque todo lo que gira a su alrededor se manifiesta en círculos y tiene que volver al principio, por lo que aunque se pueda “escapar” de la vida real por un momento va a tener que volver a su tedioso mundo, donde es un simple ente en una simple oficina. Otro día se acaba para el hablante lírico, donde nuevamente se lamenta de lo que le deparó el destino, usando la misma frase que al término del inicio del primer verso: “el destino era esto”. Hace alusión al día a día, en el que tiene que sufrir de un destino del que jamás le fue advertido y que nunca esperó.

En la siguiente estrofa, el hablante lírico expresa su inquietud, se muestra extrañado por tener unos segundos de tiempo libre para examinarse a sí mismo, unos segundos de ver en qué se ha convertido, y descubrir de un momento a otro su verdadera realidad: Está afligido por su vida. No tiene tiempo en su vida diaria, ‘’siempre suena una orden, un teléfono, un timbre’’, no le deja tiempo nada mas que para ser un peón más en un tablero que es la vida, y que es la vida sufrida de la oficina, se le somete hasta su mente a un ámbito en el que no puede ni pensar por él mismo. 

Para finalizar el poema, el hablante lírico intenta liberarse de su tristeza, de su frustración, por medio de la simple acción del llanto, de llorar, pero esto se le es prohibido no porque el jefe, o la gente de la oficina no quiera verlo llorar y que no le importe como esta él, sino por el simple hecho de que llorar arruina la tinta de los libros. O sea no les importa la integridad psicológica del trabajador de la oficina mientras haga su trabajo, no les importa porque no les afecta, pero en cuanto algo material, inerte, pero que a ellos les importa (tal vez que signifique dinero o algún dato de la oficina), es involucrado en la desesperación del hablante lírico, se le es prohibido por solamente arruinar la tinta del libro. Lo más importante no es como se sienta el personal, sino el dinero que se es conseguido por el trabajo de estos, estos trabajadores que pueden estar dañados psicológicamente, pero que a nadie les importa.


Para concluír, el poema ‘’Ángelus’’ de Mario Benedetti (generación del 57) correspondiente al libro de poemas ‘’Poemas de la Oficina’’, es un poema de 14 versos (divididos en dos apartados y 5 estrofas) con una mayoría de versos de arte mayor, con rima libre y de actitud carmínica, en el que el hablante lírico es un trabajador normal de oficina, el cual se lamenta por lo que le deparó el destino, el estar sentado en una oficina, mirando hacia el exterior por la ventana. Admirando lo que él se pierde por estar allí sentado al otro lado del vidrio. En la extensión del poema, describe un día en su tedioso y desesperante trabajo. Nos entrega un mensaje de desesperación al estar encerrado en su realidad que es ser un simple trabajador de oficina, un mensaje de desesperación al darse cuenta de lo que él nunca esperó se volvió realidad.  La representación de una realidad desesperante y cansadora es un factor que rebalsa el poema. Corresponde hasta a ser una crítica al hablante lírico mismo, cuando él se pone a analizar su propia vida, nos muestra en este poema la realidad de muchos de nosotros, de muchos ciudadanos que viven el día a día sin cuestionarse jamás su existencia, de muchos que aún no se han dado cuenta de su realidad, y que deben hacer algo para cambiarlo.

                                      

Bibliografía:

Benedetti, M. (1998) Poemas de la oficina. Madrid: Visor Libros.
Goic, C. (1980). Historia de la Novela Hispanoamericana. Valparaíso: Ediciones     Universitarias de Valparaíso.
Quintana, J. (2005). ''La poesía burocrática de Benedetti''.
https://pendienteinmigracion.ucm.es/info/especulo/.../benedett.html




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